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Leche de avena

Si buscas sustitutos de la leche de vaca, esta opción es deliciosa, muy cremosa y no es costosa.

Con esta receta puedes preparar leche de avena en casa, obteniendo una bebida cremosa y nutritiva, perfecta para añadir a granolas, batidos o usar en repostería. Es una forma sencilla y deliciosa de incorporar los beneficios de la avena en tu día a día.

La avena es rica en fibra soluble, especialmente en beta-glucanos, que ayudan a reducir el colesterol y mejorar la digestión. También aporta vitaminas, minerales y antioxidantes, apoyando la salud cardiovascular, nerviosa y de la piel.

Porciones 4
Ingredientes
  • 1 taza avena (en hojuelas)
  • 4 taza agua
  • 1 datil (entero, sin semilla)
  • 1/2 cucharadita extracto de vainilla (opcional)
  • 1 pizca sal
Paso a paso
  1. Agrega la avena, el agua, el dátil, la vainilla y la sal a una licuadora de alta potencia. Coloca la tapa y cúbrela con una toalla para evitar salpicaduras.
  2. Licúa durante unos 30 segundos a 1 minuto, o hasta que la mezcla parezca bien combinada. No es necesario que esté 100% pulverizada, de hecho, licuar en exceso puede hacer que la leche de avena tenga una textura viscosa.
  3. Prueba una pequeña muestra para verificar el sabor/dulzura. Si no está lo suficientemente dulce, añade más dátiles y licúa nuevamente.
  4. Vierte la mezcla sobre un recipiente hondo grande o una jarra cubierta, con una toalla muy fina, una camiseta limpia o una bolsa para filtrar leche de nueces.
  5. Transfiere la leche a un recipiente hermético y refrigera. Se mantendrá en el refrigerador hasta por 5 días (a veces más). Agita bien antes de usar y disfruta fría. NO CALIENTES la leche o se espesará y adquirirá una textura gelatinosa. ¡Es deliciosa tal cual o añadida a granolas, batidos y productos horneados!